Thanatos
- zaze000
- 6 jun 2024
- 1 Min. de lectura
El gélido frío de la vida,
descongelándose sobre la tristeza
y sus párpados,
no veo futuro
sólo este siniestro
trago amargo,
las sonrisas enlatadas
no ocultan
al cementerio de ilusiones
en forma de letargo,
los latidos de angustia
de un náufrago,
tenemos todas las señales
pero de este destino impuesto
no nos hicimos cargo,
cara a cara con la muerte,
la pólvora de esta escopeta
recargo,
mi grito se ahoga en llanto,
del último encargo,
aún guardo su retrato,
miro la desesperación
en ese espejo,
y me susurra,
tenemos un contrato.
Del dolor hice mi refugio
entre cenizas
y dosis de amoníaco,
estos dedos supuran la culpa
en la que convertí mi cuarto,
pulmones anegados
del duelo y su canto,
para liberarlos sólo me quedó
hacer de la lírica
esta sala de partos.
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