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Huir

Huir de mi mismo,

encadenado al abismo,

sumergiéndome en el dolor de mis entrañas,

chapotear en mis gritos

con forma de lágrimas,

refugiarme en la nebulosa

de vulnerabilidad que siento palpitar,

que siento cada día,

pero que cada vez menos,

puedo camuflar,

a veces las lágrimas

ya no son suficientes para expresar,

a veces la valentía se ahorca

y la inseguridad me coloniza

hasta las pupilas,

corro en la desesperación

que ha tomado como forma,

mi vida,

no quiero verte,

no me persigas más,

no lo hagas,

siento que me descuajas,

siento cómo te nutres de mis complejos,

siento cómo sonríes con mis debilidades,

te siento cada vez más fuerte

y me siento cada vez más atado

a mis adversidades,

que brillan más que las estrellas

por la sangre al desgarrar mis extremidades,

siento como la antorcha

de la infelicidad

me quema el pecho,

y ya no puede quemarme la vida

porque me la ha robado,

ya no es mía

se la ha mostrado a mí frustración

y ahora están jugando con su cabeza

un partido de bádminton

bajo la atmósfera de mis despechos,

del todo insatisfechos

con ganas de cobijarme

bajo algún helecho

y poder respirar bajo su lecho

sin importar cuánto dure el acecho

si me preguntas

te diré que ya no me siento imparable

sino deshecho

Tengo el dolor clavado como lanza en mi corazón

y ya no hay forma de pararlo,

ha agujereado mi armazón

y está haciendo el amor a mi desilusión

y me ha advertido

esto tan sólo es la introducción